domingo, 15 de julio de 2012

Al morir... con recomendación.


Insistencia y resurrección, las conexiones jamás se rompen, últimamente he pensado demasiado y he hecho casi nada, me doy cuenta que jamás estaré conforme, siempre habrá un deseo que lo usaré como propulsión, me perjudicará y me ayudará, siempre de acuerdo a la circunstancia. También he pensado demasiado en la muerte, Hollywood se ha encargado de meterle un par de efectos especiales a las filosofías de los griegos y al parecer el número de suicidios aumenta año con año, pero; si tan solo diéramos un vistazo a todo lo que estamos dejando detrás de nosotros, ¿Apoco creen que las estadísticas se mantendrían igual?
               
 No estoy diciendo que seamos los culpables totales de todas las catástrofes que son visibles ahora más que ayer, pero para que hacernos los ciegos cuando es evidente que este planeta está a punto de colapsar, está a punto de “formatear” su disco duro, infectando de tanto virus descargado por error de paginas porno. Da igual el modo de cómo llegamos aquí, lo importante es tapar ese gran hoyo que esta ocasionando demasiados problemas, lo importante es terminar con redes de corrupción, lo importante es sembrar en las sociedades una semilla de cultura, es hacer que los grupos tengan sed de conocimiento, lo importante es aceptar a la muerte como parte de la vida, lo importante es crearme ese habito de levantarme temprano…

Lo “importante” tanto como lo “bueno” y lo “malo” se ven tan adaptados a necesidades especificas de cada uno de nosotros que supongo que éste es el motivo por el cual nunca nos entendemos y si a eso le sumamos comerciales de condones, comerciales donde “Dios” se prostituye a cambio de dinero y un libro comprado, todo se va a la mierda mucho más fácil.

¿De verdad existe gente que consume esos productos?
(- Si, ¿bueno? ¿Dios? ¿Me puede enviar un libro de “La Gloria de Dios” para poder entrar a su paraíso divino?
- Por $200.00 más podrás llevarte un angelito guardaespaldas que te traerá alcohol divino a la comodidad de tu nube, rezará por ti, y por si fuera poco si pagas de contado, te obsequio unas sandalias tipo Jesucristo con acabado en piel de judío…)

Lo que quiero exponer aquí es que no hay que tenerle miedo a la muerte, pero tampoco hay que venerarla, digo, si de cualquier forma estamos conscientes y todos sabemos que nos va a “tocar”, ¿Para qué venerar un fenómeno natural? Le prenderé una velita al Sol.

Así como el conocimiento sin su práctica es obsoleto, es obvio que la vida sin la muerte lo sería igual, (aunque de niño sinceramente quería ser inmortal, hasta que pensé en los factores de habituación que harían de mi vida, una vida inmortalmente vacía…). Vivimos siempre en dualidades, no puedo tomar una decisión sin pronosticar sus consecuencias bipolares, no soy un hippie que vive al día, pero tampoco estoy desperdiciando mi tiempo, planeando lo que diré mañana aunque a veces me doy cuenta de que todo lo que pienso o digo, sufre una transformación que me lleva a otra palabra y esa palabra a otra...

No estoy diciendo que me quiera suicidar, pero creo que morir en un fenómeno igual o mejor que nacer, el morir es tan misterioso que cada quien puede interpretar y creer lo que quiera de dicho fenómeno natural: al morir despertaré, al morir naceré, al morir reencarnare en una ave, al morir me haré uno con el universo, al morir me haré petróleo, al morir regresaré en forma de “fantasma” a espantar a las generaciones próximas, al morir descansaré, al morir me daré cuenta que todo lo pensé, al morir despertaré y seré un dinosaurio, al morir dormiré sin despertar, al morir…


¿Y tú al morir, que dejarás de ser o que serás o qué no serás?


Bueno nunca he hecho esto y no tengo ni la más mínima idea de quién o cuantas personas leerán esto, pero si te estás tomando el tiempo para hacerlo tienes que escuchar éste excelente disco con uno de los titulos mejores acoplados al contenido, es exactamente como se lee, "La Banda Sonora de Mi Funeral".

No hay comentarios:

Publicar un comentario